Desde que se inventaron las redes sociales ahora todo fama, dinero, impresión, superficialidad y hasta delirio, mientras algunos (as) postean sus mejores fotos en lugares exóticos, con autos de lujo, borracheras o con títulos en manos otros retratan la cotidianeidad de sus vidas; personas en buses, “selfies” con todo lo que pueden encontrar y pues simpleza, familias sonrientes, mentiras dichas a medias, personas que no saben donde calzar, hacen lo que sean porque alguien los vuelva a ver, no sé si soy yo pero llegar a ser deshumanizante.
No quiero parecer mediocre, tampoco no quiero dejar de soñar, y en ocasiones me siento mal, siento que mucho de lo que hago no llega a concretarse, no sé si en verdad lo estoy haciendo bien o solo estoy jugando un juego de niños. Me levanto, me baño me alisto, desayuno, voy al trabajo y luego veo alguna película, cuando quiero estudiar ya estoy lo suficiente cansado y pues me quedo dormido, debo de cambiar este hábito o hacer no se qué.
Esta semana pasada estuve en Langosta. Me gustó mucho acostarme en la arena y darle gracias a Dios por todo lo que me da, es cierto tengo inquietudes, soy un mar de lágrimas y a veces me quiebro, pero trato de ser fuerte y pensar que todo tiene un porqué y que ese porqué es el motivo de que mi vida fluya. Pude ver a mi hermano andar en bicicleta, darle todo mi apoyo y pues vi a mi nena, ella es una princesa y crece día a día. La lleve a cenar, tuvimos nuestra primera cena juntos y se portó súper bien, comimos papas y sushi ah! Casi lo olvido y jugo de frutas, fue un descanso-trabajo que me ayudó mucho a relajarme, a ordenar mi cabeza y a estar tranquilo conmigo mismo. Saben en Langosta tengo mucha gente que me quiere y me hace sentir muy bien y eso me gusta.
También pude ver una lluvia de estrellas, y vi algo extraño, una estrella duró poco más de 10 segundos en caer, not quite sure si era una estrella o algo más, en fin me gustó tanto asi como los aros de cebolla con su salsa de queso encima y unas buenas piñas coladas del lobby o el helado que dan en el snack bar, que delicia! De verdad que ese lugar es un paraíso y me encanta, cada vez que voy encuentro algo nuevo, esta vez me encontré varios cangrejos con sus tenazas azules brillantes (con el que pelee) jeje nuevas conchas para hacer pulseras, me compré un tucán de barro pintado a mano, que de cierta forma también funciona como un pito, es lindo. Mi hermano me regaló un par de zapatos para andar en bicicleta y yo estaba súper contento.
Dentro de la aventura fui a comer sushi con Alba y Kembly, me la pasé muy bien con ellas y quiero volver, me hace falta, ese lugar tiene algo que cierta forma no puedo explicar. También tuve el privilegio de tomarle una foto a mi barrio desde la avioneta, fue lindo lo sé J nunca lo había hecho.
La verdad es que la vida es hermosa y hay muchas cosas por las cuales ser feliz, aunque haya nubes negras, estas también forman parte del paisaje y pues nos recuerdan que todo lo malo algún día se irá, no sé cuando, yo lo quiero pensar de esa forma. Tal vez detrás del arcoíris si haya una olla de oro, pero para quiero oro si puedo tener un arcoíris y la brisa del mar en mi rostro? Acaso necesito algo más? Pues no! A veces pienso si tuviera todo lo que quiero me haría más feliz? Y la verdad es que no. Si no soy feliz con todo lo que tengo no lo voy a hacer con todo lo que me hace falta, pero mira todo lo que tengo para que necesito más?
